Imagino, imagino. Imagino un día donde cae el telón. Donde este teatro de máscaras risueñas se desploma. Esclavas se levantarán de sus máquinas de aparado y matarán su silencio, y llegarán lejos sus voces. Imagino risas macabras en las butacas que se tornan de súbito sombrías tras sus máscaras. ¡Silencio! Pasen y vean —farfullarán las voces —la ruindad tras el telón del pueblo amado que consiente, ¡miseria!, pasen atrás del escenario y conozcan la verdad tras el brillo de las luces. ¡Esclavas! Entonces la ignorancia ya no será jamás voluntaria, entonces mirar hacia otro lado pesará en el alma de este pueblo amado, y de sus cómplices.
Imagino el susurro andante: aparado ilegal esclavista —murmurarán las calles —enemigo de la sociedad, sociedad que consiente, sociedad que un día no consentirá.
Utopía.
Carrito de compra