Sobre las elecciones

   Con respecto a las elecciones del 26J tengo que reflexionar sobre algunas cuestiones importantes que no se están plasmando en los medios de comunicación: el neoliberalismo nos ha llevado a esta situación de ruina, es evidente, pero estoy dispuesto a cuestionarme sinceramente si fue el neoliberalismo, entendido este como un despunte de extremo del capitalismo o fue el propio capitalismo el que nos llevó y nos lleva hacia una ruina social, laboral (la automatización imparable y el paro mundial), económica, demográfica y ecológica aún más cruenta.
   Para estas reelecciones veo derechas alentando al capitalismo para que genere como consecuencia empleo esclavo, veo centros socialdemócratas antiguos y nuevos intentando poner límites, en el mejor de los casos, a este, veo comunistas socialdelocratizados acercándose con un discurso reconciliador al voto de masas. Ninguno de ellos, lamentablemente, desde mi reflexión, haciendo patente la decadencia de la política representativa, soluciona el problema de base: el sistema capitalista de suyo injusto, donde la mayoría de los productos que este pare llevan por detrás el germen de la separación en el trabajo, la desigualdad y la explotación. De nada serviría a una sociedad futura en la que los trabajadores mejorasen su sueldo y sus condiciones laborales y de contrato, en lo que algunos de estos partidos llaman “mejoras en las relaciones laborales más democráticas y equilibradas” (subidas salariales que probablemente quedarían absorbidas mágicamente por la inflación) si de todas maneras el sistema hace que los oligarcas empresarios generen millones con la acumulación de capital que es el gran problema y no se está teniendo en cuenta. Acumular capital genera, por ejemplo, que empresas consolidadas como Inditex que han estado creciendo abriendo tiendas por toda España con el capitalismo productivo tenga tales ganancias previsibles que empiece a traspasar fronteras nacionales (llamado “deslocalización”) a otros países donde la regulación política en lo laboral es inexistente o ineficiente: vease Indonesia donde trabajan para esta empresa niños con condiciones de semi-esclavitud generando con ello una expansión gigante del capital. Genera, por ejemplo, que en esa escalada de acumulación de capital inherenre al sistema, en base a unas cuestinables teorías de meritocracia, se siga reinvirtiendo en activos traspasando la frontera de lo productivo hacia lo financiero, pues se le llama sistema capitalista y no dinerista precisamente por la constante reinversión en activos que generen rentabilidad. Imaginad, entonces, un mundo donde una emporio textil o una multinacional petrolera compre grandes paquetes de acciones de bancos con voz y voto, acciones de empresas de grandes medios de comunicación con voz y voto o incluso metiendo la cabeza en los grupos que controlan a estos medios de masas que tienen sus ejércitos de psicólogos estudiando día a día cómo llegar a nuestro inconsciente para que cale su lógica de consumo, productividad y competitividad (incluido a los niños), creando así una fusión poderosa entre lo mercantil, lo productivo y lo financiero. Este tipo de incidencia del capital en estos activos con voz y voto generan conflictos del tipo de presión a estos medios para no mostrar noticias que se muestran desfavorables para el producto o en cualquier caso que se salga de la línea ideológica (imaginad una revuelta a cuchillo en una fábrica con esclavos de Inditex en Indonesia; imaginad, y esto es real, el asesinato de los profesores reivindicativos contra el capitalismo en Oxaca, Mexico, por un gobierno ultraliberal, que queda soterrado, olvidado por los medios de comunicación a diferencia de la crítica interesada a otros países con contraste ideológico) Al final las multinacionales económico-financieras acumulan tanto poder que quedan por encima de los poderes políticos que nos represenan. ONG’s como Oxfam y algunas otras más, aun con la falta de información por la gran red financiera por donde se escapa el dinero, llama la atención de que 45 personas en el mundo poseen más dinero que la mitad de los seres humanos del mundo, unos 3.500 millones de personas, gracias a la ingeniería ideologica de la meritocracia que nos lleva a los demás a defenderlo y consentirlo sin grandes reflexiones individuales o colectivas. Imagino la buena intención de los socialdemócratas nuevos al intentar cambiar algunas cosas que se puedan cambiar y poner límites al capitalismo, pero me temo que este es un monstruo gigante al que no se le puede vencer dentro de su mismo juego, dentro de sus mismas instituciones no neutrales creadas por y para el capitalismo. Y a toda esta mierda hay que sumarle las deleznables injusticias cometidas y por cometer por el capitalismo en el continente Africano para el desarrollo de nuestro bienestar bañado de sangre de lo que no se habla en los medios, y de lo que habrá que rendir cuentas algún día.
   El bienestar de un ser humano no puede deberse a la suerte de haber nacido en el norte indistrializado o en sur sometido.
   Esta es mi reflexión sobre la pantomima de las elecciones, pues gane uno u otro, el capitaismo siempre gana.
   Democracia directa ya.

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