Este año terminé mis primeros estudios de post grado. Y se me dio realmente bien. Tanto que obtuve una mención a mejor expediente académico, que recogí en persona en una preciosa gala en Madrid. A día de hoy puedo afirmar que el comportamiento no verbal es una rica fuente de información, y que, junto al lenguaje verbal, pueden establecerse inferencias de relevancia significativa y con aval científico sobre la credibilidad del testimonio de una persona, sobre la coherencia en su comunicación, sobre lo que calla voluntariamente o no se atreve a decir. A pesar de ello, en la revisión de los distintos meta análisis disponibles sobre la materia, se observa que el lenguaje no verbal por sí solo no es suficiente sin el lenguaje verbal y su contexto, y sin la participación activa del «interrogador» en la búsqueda de información necesaria y suficiente. La mentira, por su parte, es una realidad social ancestral y adaptativa, que se utiliza de manera frecuente.

Máster en Comportamiento No Verbal y Detección del Engaño
Este máster, para mí, no es otra cosa que una herramienta potente a nivel clínico, que me ayudará en mi ámbito profesional, y una aún más poderosa herramienta para el ámbito artístico, para potenciar el conocimiento del ser humano y poder plasmarlo en su complejidad en mis futuras novelas. Y ahora continúo. A por mi siguiente reto académico, artístico y personal. Disciplina.