
¿Cuál fue el principio de esta idea?
Todo comenzó con una conferencia de Saúl López, doctor en psicología. Allí surgió la chispa; abrí unos ojos que tenía medio entornados.
En la charla se habló de los niños, las pantallas, la psicomotricidad afectada a consecuencia y los diversos trastornos asociados, avalados por la ciencia. Él añadió a la ecuación el consumo de tele.
Por la chispa, convertida en llama, empecé a experimentar sin recibir grandes protestas.
Un día dejamos de ver la televisión durante la cena; empezamos a crear historias fantásticas en su lugar. Mi hija me contaba cosas del colegio.
Luego, la quitamos para desayunar; más tarde, decidí a nivel personal que por una temporada dejaría por completo las redes sociales (también el smartphone, pero no funcionó). Y fue ahí, en ese lapso de tiempo, libre de pantallas, donde surgieron decenas, centenares de momentos en los que escribía, reflexionaba.
Pensando en los niños y en las pantallas escribí un cuento sobre una niña enganchada a su móvil.
Pensando en que quizá podría interesar a alguien lo mandé a una editorial especializada: Babidibú.

Pensando…, tenía muchos ratos para pensar.
Y escribía. Seguía escribiendo después de acabar el cuento.
Cuando se cumplieron los seis meses que anuncié que estaría desconectado volví a las redes sociales a contar mi experiencia. Pero volví de una forma diferente.
Pensando que soy psicólogo, que me gusta ayudar a la gente, prometí que aportaría con objetividad un contenido de valor con este fin, por el abismo de desconocimiento que hay en esta área de la salud.
Pensando que soy escritor, me prometí que hablaría de literatura, que intentaría plasmar la subjetividad de mis ojos, cómo experimento yo este arte.
Así comencé mi canal al tiempo que escribía una nueva novela, mientras se desarrollaba el proceso editorial de mi cuento ‘Por fuera del móvil’.
Todo comenzó con una charla. Y, ahora, llega mi cuento.
El 4 de septiembre lo tendremos en librerías y en plataformas digitales.
Y, en octubre, seré yo quien dé la charla para quien me quiera escuchar.
Hablaremos sobre niños, cuentos y pantallas.
Nos vemos pronto. Gracias por acompañarme.